EUROPA PRESS
1 marzo 2016
Este gen es el
culpable de tus canas
Un consorcio internacional liderado por el 'University College London' (UCL), en Reino Unido, ha descubierto el primer gen
asociado al encanecimiento, confirmando que este
rasgo tiene un componente genético y no se debe solo al medio ambiente.
El
estudio, que se publica este martes en 'Nature Communications' analizó una muestra de más de 6.000
personas con diferente composición genética ancestral a lo largo de
Latinoamérica para identificar genes asociados con el encanecimiento,
el color, la densidad y la forma del cabello, como liso o rizado.
"Ya
se conocen varios genes implicados en la calvicie y el color del cabello, pero
ésta es la primera vez que se identifica un gen vinculado al encanecimiento en humanos, así como otros relacionados con
la forma y la densidad del cabello", explica el autor principal, Kaustubh Adhikari, del
Departamento de Biología Celular y del Desarrollo de UCL.
"Esto
fue posible debido a que analizamos un grupo muy diverso de personas como son
los latinoamericanos, lo cual no se había hecho a esta escala anteriormente.
Estos hallazgos tienen un gran potencial para aplicaciones forenses y
cosméticas, ya que vamos aumentando nuestro conocimiento sobre los genes que
influyen en nuestra apariencia", agrega.
Además,
podrían ayudar a desarrollar tecnologías de ADN en medicina forense, cuyo
propósito es reconstruir perfiles visuales basados en la composición genética
de un individuo. Estudios anteriores en esta área han empleado muestras de
personas con ascendencia europea principalmente, pero estos resultados podrían
ayudar a realizar reconstrucciones forenses en Latinoamérica y el Este de Asia.
El
gen asociado al encanecimiento, IRF4, es conocido por
jugar un papel importante en la determinación del color del cabello, pero ahora
se encuentra asociado al encanecimiento. Este gen
está implicado en la regulación de la producción y el almacenamiento de
melanina, el pigmento que determina el color del cabello, la piel y los ojos.
El
encanecimiento es causado por la ausencia de melanina
en el cabello, por lo que los investigadores quieren determinar el papel de
IRF4 en este proceso. Esta información podría ayudar a desarrollar nuevas
aplicaciones cosméticas que cambien la apariencia del cabello a medida que
crece en el folículo retardando o bloqueando el proceso de encanecimiento.
El
profesor Andrés Ruiz-Linares, líder del consorcio, del Departamento de Ciencias
Biológicas de UCL, subraya: "Hemos encontrado por primera vez una asociación
genética al encanecimiento, lo que podría
proporcionar un buen modelo para comprender aspectos de la biología del
envejecimiento en humanos. Entender el mecanismo de la relación con IRF4 podría
también ser relevante para el desarrollo de maneras de retardar el encanecimiento".
La forma del cabello, sometida a la
selección natural
Además,
miembros del Centro de Ciencias de
"La
enzima PRSS53 funciona en la parte del folículo piloso que moldea el
crecimiento de la fibra capilar y esta variación genética, asociada con el cabello
liso en poblaciones del este de Asia y amerindias, sustenta la idea de que la
forma del cabello ha estado sometida recientemente a la selección natural en la
familia de los humanos", apunta.
Los
científicos también encontraron que EDAR controla el grosor y la forma del pelo
de la barba; FOXL2 está relacionado con el grosor de las cejas y PAX3 con la prevalencia de conexión entre las cejas. "Se ha
especulado ampliamente qué características del pelo podrían estar influenciadas
por algún tipo de selección, natural o sexual, y nosotros encontramos evidencia
estadística en el genoma que apoya está hipótesis", comenta Adhikari.
"Es
poco probable que los genes identificados funcionen por separado para causar encanecimiento o pelo liso, o cejas gruesas; deben jugar un
papel conjunto con muchos otros factores aún por identificar", reconoce
este miembro del equipo, que recolectó y analizó muestras de ADN de 6.630
voluntarios participantes en el consorcio CANDELA, reclutados en Brasil,
Colombia, Chile, México y Perú.
Después
de análisis exploratorios, se empleó una muestra de 6.357 individuos,
distribuida en 45 por ciento hombres y 55 por ciento mujeres. La muestra
incluyó individuos mezclados con ancestría europea
(48 por ciento), amerindia (46 por ciento) y africana (6 por ciento), lo cual
aseguró una amplia variación en los rasgos asociados al cabello.
Se
analizó tanto a hombres como a mujeres en cuanto a la forma y el color del
cabello, la calvicie y el encanecimiento, mientras
que para rasgos asociados a barba, grosor de cejas y presencia de conexión
entre las cejas, sólo se incluyó a los hombres. Los rasgos obtenidos
visualmente para cada individuo se compararon con los resultados de un barrido genómico para identificar genes que pudieran influir en las
diferencias en apariencia.
Los
resultados fueron posteriormente contrastados con bases de datos existentes
para diferentes poblaciones, con la idea de observar si las diferencias
concordaban con hallazgos previos y con evidencias de selección natural.